Deportes
Lunes 11 de abril de 2011, San José, Costa Rica
Pasión por el deporte

“Monstruo” liquidó en la “Sapri hora”

Con los santos de su lado

José Pablo Alfaro
jose.alfaro@aldia.co.cr

Las velitas prendidas no sirvieron de nada, menos el grito de los fieles guapileños diciendo: “San Antonio, repárame el fútbol que no tuvimos durante toda la primera fase del campeonato”.

Ante Saprissa, Santos mostró una mejoría en su volumen de juego con respecto a lo visto en la fase inicial del torneo, pero eso no alcanza para ser protagonista.

Por eso, yo diría que la derrota guapileña no fue culpa de los Santos, ni tampoco de Marvin Solano, que hace lo que puede por dirigir a un equipo que ha sido tremendamente irregular a lo largo del torneo.

Saprissa tampoco fue un equipazo. Jugó mal, tuvo un jugador de más durante gran parte del partido debido a la infantil expulsión de Eneas Da Conceicao, que creyó que el árbitro lo iba a felicitar por entrar con los tacos de frente y ni así pudo dominar las acciones.

Santos en ese aspecto fue mejor, tuvo profundidad y creó algunas opciones de peligro, sobre todo en pies de Colindres y Camacho, que ingresó en el segundo tiempo, pero volvemos a lo mismo: ¿de qué vale generar si al final no las meten? Uno de los muchos males del fútbol tico.

“El equipo mostró actitud, nos faltó aprovechar la claridad y las opciones que generamos”, dijo luego del partido Marvin Solano.

Y es que el error de uno fue la virtud del otro. Lo de Saprissa en ofensiva se puede reducir en un gol magistral de Luis Diego Cordero, quien anotó su primera anotación en la máxima categoría y en otro buen gol de tiro libre de Allan Alemán.

“Se me están dando las cosas. Sé que me ha costado y por eso lo valoro mucho más”, dijo el pequeño volante de la “S”.

Además de esas acciones Saprissa no tuvo mayor profundidad, pero ganó y eso lo logró por dos aspectos que yo concluyo así.

Uno, el buen orden entre líneas, lo de José Mena y Óscar Duarte fue destacable.

Y segundo, aprovechar las jugadas claras a gol que tuvieron, es decir, dos.

Al final, Saprissa se va con un negocio redondo del estadio Ébal Rodríguez, ganó y prácticamente liquidó la serie.

¡Ah! Se me había olvidado, Centeno no jugó (por lesión).