Deportes
Lunes 11 de abril de 2011, San José, Costa Rica
Pasión por el deporte

Los “toros” norteños no dieron la cornada mortal a brumosos

Casi hay sangre en la arena

Kenneth Hernandez Cerdas, redactor
kenneth.hernandez@aldia.co.cr

Cartago. - Los toros golpearon primero, tuvieron para dar la cornada mortal, no lo hicieron y su rival se levantó para salvar la piel cuando agonizaba.

San Carlos estuvo cerca de dejar sangrando a ´Cartaginés en la arena del “Fello” Meza, pero un despiste al final terminó en penal canjeado por gol al minuto 81. Sentencia definitiva 1-1.

“Chiqui” salvador

El partido se les atragantó a los brumosos porque el equipo norteño se plantó en la cancha, tapó espacios, contragolpeó y abrió la cuenta primero.

A estadio semilleno, el conjunto de Johnny Chaves no resolvió cuantas ocasiones tuvo y quedó contra la pared desde el 43´ del capítulo inicial.

Erick Scott se aviv´ó y buscó la pena máxima, el juez Randall Poveda lo decretó, Alvaro Sánchez lo tiró y Luis Torres lo congeló.

Un par de segundos de alegría para los blanquiazules puesto que Maykol Mora colocó la pelota en las redes, para inaugurar el viejo tablero el´éctrónico.

Luego del entretiempo el cotejo no resultó sencillo para los hombres de casa, laboriosos no así efectivos en la puerta rival.

Incluso, a la gente que estaba en el “Fello” casi le da un ataque al corazón cuando Scott quedó sólo frente al arco y para su fortuna lanzó la pelota afuera.

Inexplicable lo del atacante sancarleño, que con toda la calma del mundo estudió donde ubicar el esf´érico y lo tiró al cesto de la basura. Ese fue su único lunar ya que tácticamente cumplió con nota cien sobre el enzacatado local.

Si Scott ensarta la daga, hoy Cartaginés hubiera amanecido moriundo, empero, la anotac´ión de Brenes lo mantiene con vida.

Al 81´ ”Chiqui” se metió entre las piernas de los celadores visitantes, cayó dentro del ´área y gestó el penal. Él mismo lo lanzó desde el manchón blanco.

No hubo tiempo para más, pese a que hubo cinco minutos de reposición. La afición local dejó el estadio con el sinsabor de que los suyos no aprovecharon su patio.