El cuarto lugar de Sharolyn Scott en los Juegos Panamericanos de Guadalajara, en 400 metros con vallas, le sabe a gloria a la limonense.
Sin ayuda de ningún patrocinador, sin sitio adecuado para entrenar, con dinero prestado para asistir y un permiso laboral de 22 días, su actuación es una verdadera muestra de coraje.
Su esfuerzo no alcanzó por 32 centésimas de segundos (57:40), aunque rompió el récord centroamericano en el heat eliminatorio, con 57:23.
“Tengo talento y considero que con mejores condiciones de entrenamiento me hubiera subido al podio”.
Se dice dispuesta a darle con todo para alcanzar los Juegos Olímpicos Londres 2012. “Ese es mi sueño y tengo tiempo hasta marzo para conseguirlo”, dice la atleta.
No será fácil. Debe entrenar en dos sesiones diarias, pero no continuas, antes y después del trabajo.
“Todo los días llamo a mi entrenador, Walter Salazar (el mismo de Nery Brenes), que me dice el plan del día siguiente. Es duro entrenar y trabajar porque nadie me ayuda”.
Agradece su postulación como la Deportista del Año, pero prefiere no opinar sobre sus méritos. “Voy a seguir haciendo lo mío, con mucho esfuerzo como siempre lo he hecho”.
Empezó en el atletismo, a punta de esfuerzo en una competencia de campo traviesa. Un año después incursionó en el atletismo de pista, con buen suceso... 18 después sueña con llegar a Londres. Suerte.
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