El gesto de Jafet Soto, técnico de Herediano al final del partido, hace presagiar que los florenses sienten que en el Rosabal lograrán el ansiado título de campeón.
Jafet apretó y sacudió los puños, mientras gritaba bien, bien, sin duda contento por el empate logrado, quizá confiado de que en casa hincarán a la Liga.
En su estadio, Herediano no ha perdido un juego, ganó ocho y empató tres compromisos, hizo veintiséis goles y solo recibió ocho.
Tal vez Jafet sintió que su equipo salió fortalecido, que dio el primer golpe porque Alajuelense no sacó provecho del Morera Soto y abusó del pelotazo.
Lo único claro es que en el Rosabal se sellará la suerte de ambos, pero en una final cualquier cosa puede suceder y sabiendo el estilo de Óscar Ramírez, Jafet Soto debe tener en cuenta que el “Machillo” no va a llegar a proponer, que buscará el contragolpe y si el gol no llega, peleará con todo por amarrar el empate.
Lo hizo ayer en el Morera, la Liga no jugó pensando en la paridad, pero tampoco se preocupó demasiado por jugar al ataque.
A Ramírez le inquietaba no recibir anotaciones, por eso “guerreó” a Kenner Gutiérrez en el medio campo, donde el zaguero central no se vio bien.
Ramírez prefirió tener a un tronco como Kenner, hombre fuerte y de meter pierna, que incluir a Oviedo y pedirle que le moviera la media cancha o darle esa responsabilidad a Gatgents.
Por eso la Liga abusó del pelotazo, por eso se brincó el medio campo, porque en esa franja de terreno no estaba Pablo Gabas, Marcelo Sarvas o el “cusuco”, nadie que armara fútbol.
Herediano tampoco hizo mucho, quiso ser ofensivo, pero no exhibió la propuesta de siempre.
En el primer tiempo José Luis Cordero no se notaba, estaba ahí, pero con la mente en otro sitio, mientras que Andrade se excedía en cometer faltas y lo suyo es generar fútbol, crear peligro.
A Herediano se le vino la noche con el tanto de Alpízar, quien solo ante la dormida defensa rival, sacudió las redes. Ahí, Herediano aflojó, se espantó y la Liga se sintió a gusto lanzando balones al área. Corrigieron los florenses en el complemento, Cordero se enchufó en el partido y anotó.
Después los equipos volvieron a respetarse, a jugar feo, a no perder y a dejarlo todo para resolverlo en el Rosabal, donde Herediano ha sido muy fuerte, pero ojo, la Liga es especialista para matar al contraataque.
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