Columna de opinión

Esteban Cuvardic

Editor

-Mano blanda de Jorge Luis Pinto, al no imponer una sanción ejemplar a José Salvatierra, tras su indisciplina al volante, pasado de tragos.

-Mano blanda de Jafet Soto, técnico de Pérez Zeledón, quien luego de dos broncas de sus jugadores en la pretemporada, dijo: “no me preocupa”.

-Mano blanda de la directiva del Cartaginés por no sancionar a brumosos que participaron en el pleito en Pérez.

-Mano blanda de las “autoridades” de nuestro fútbol al quitar el veto a la cancha para la nueva temporada, y (algo ridículo) no imponer sanciones a los jugadores tras el vergonzoso zafarrancho de la Supercopa entre Heredia y la Liga. Sí, el nuevo clásico...de los pleitos.

-Mano blanda de la directiva y del técnico de la Liga por no castigar a Sarvas por tirarle agua al “Machillo” Ramírez (no me creo ese cuento de que fue una “broma”). Como no me creo el cuento de que “hay sanciones a lo interno”.

-Mano blanda (hasta la exageración) de la directiva de la Liga al permitir continuos actos vergonzosos de sus jugadores en varios partidos ante Heredia. Muy mal, señor Raúl Pinto y compañía.

-Mano blanda de esa misma directiva cuando apelaron las sanciones a los jugadores liguistas luego del zafarrancho en el Rosabal Cordero.

-Mano blanda de la directiva florense por no castigar a futbolistas rojiamarillos que participan con cierta asiduidad en broncas, al “Mambo” Núñez por decir que “si tiene que pasar de nuevo, que pase”, o al técnico Odir Jacques y su pésimo ejemplo.

Con todo esto...¿ven por qué pasa lo que pasa?

Y ayer sólo pude sonreír con amargura, cuando antes del partido Liga-Uruguay, alguien de la Unafut dijo en alto, en la gramilla del Morera y a la par de los jugadores, que debía haber “respeto y juego limpio”. Palabras, sólo palabras.