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Martes 9 de octubre de 2012, Costa Rica
Pasión por el deporte

Opinión

Por tierras cuscatlecas

Franklin Arroyo González, enviado

farroyo@aldia.co.cr

“¿Usted es costarricense? ¿Está preparado para perder el viernes?”. Esas fueron las primeras palabras que escuché en suelo cuscatleco, de un “bonachón” funcionario de Migración de ese país, apenas se enteró de mi nacionalidad.

“De por sí, el que gane no va a ir al Mundial”, dijo, reflejando el sentir del salvadoreño con el juego de su selección, un tanto similar al desencanto que se siente en Costa Rica.

En el primer día en San Salvador, corrimos para llegar al “entreno” cuscatleco.

“Dudo que lleguen”, dijo Orestes Membreño, jefe de prensa de la Federación Salvadoreña de Fútbol (Fesfut) al compañero de La Nación, justo cuando estábamos en el taxi, a las ocho pasaditas de la mañana y con cerca de cuarenta minutos por delante, hasta el lugar de la práctica.

Llegamos cuando daban declaraciones los tres jugadores asignados, quizás como un presagio de como será la clasificación, en el último momento, de penal, de “guaba” y para el que sea, o quizás como un retrato del tico, llegando ajustado a todo lado.

Lo cierto es que el juego ya empieza a calentar. Algunos carros muestran optimistas sus banderas, algunas conversaciones de los lugareños ya se enfilan hacia el juego y los medios de comunicación están metidos de lleno con el partido que adversa a dos pueblos muy similares.

Porque ir a un supermercado en San Salvador, que aquí son despensas, es como estar en Costa Rica, con los mismos jabones, crema dental, confites, chocolates, desodorantes. Solo que aquí se paga en dólares.

Las calles sí muestran diferencias, con niños, madres, ancianos y hasta animales, en los cajones de un “pick-up”, de una vagoneta o guindando en los buses, como aquí las leyes no lo permiten. Van sin cinturón, a la libre y a altas velocidades, y no se ve un oficial de Tránsito en ninguna parte.

Eso sí, nos golean con la excelente red de carreteras.

Perfectas, con las señales básicas, justo para disfrutar de un país pequeño, pero acogedor. “Bienvenido” se despidió el de Migración, “el fútbol es un vacilón, así lo tomo yo” me dijo. ¿Y usted?