La histeria se apoderó del Real Madrid; el detonante: la derrota que sufrió ayer (1-0) contra Sevilla, que ratifican el pésimo inicio en la Liga española que lo tiene contra las cuerdas, y apenas en la fecha cuatro, en su intento por revalidar el título.
El Barcelona, su principal amenaza y acérrimo rival, ya le sacó ocho puntos de ventaja, comenzó a perderse de vista, creando una brecha difícil de cerrar.
No ocurrió así en la temporada pasada, cuando a la altura de la jornada cuatro, el equipo azulgrana solo ostentaba una unidad más (ver gráficos) que el cuadro merengue.
Tampoco el Real Madrid perdió dos juegos, fue solo uno (en la fecha 3), empató otro y ganó dos, aunque marchaba sétimo con siete puntos. Hoy ocupa la décima casilla con apenas cuatro.
Por si fuera poco, en la actual campaña, el plantel blanco ha sido incapaz de triunfar como visitante y solo un gol ha festejado, en los dos compromisos que ha afrontado de momento bajo esa condición.
En la liga anterior, ya había jugado tres veces fuera del Santiago Bernabéu, ganando uno, 0-6 al Zaragoza, perdiendo 0-1 con Levante e igualando 0-0 con el Racing de Santander.
Incluso, pese a que el Real no estaba aferrado al liderato y marcando una seria diferencia con sus rivales, el discurso del técnico José Mourinho, era muy distinto al que repartió ayer.
“Como equipo no hemos estado a tope. Lo intentamos, terminamos el partido jugando del modo en que lo hicimos durante todo el choque, con dos defensas y los últimos 20 ó 30 minutos tuvimos un dominio absoluto”, comentó Mourinho aquel 21 de setiembre del 2011, después del juego por la cuarta fecha ante el Racing.
Ante Sevilla echó sal a la herida
Pero ayer, luego de la derrota en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, se mostró duro y crítico con sus futbolistas.
“En este momento mi impresión es que no tengo equipo. Somos un equipo sin concentración, sin disponibilidad mental para sufrir. Al descanso he cambiado dos jugadores y quería haber cambiado seis. El fútbol debería permitir más cambios”, afirmó con vehemencia.
Y es que tras el primer tiempo, Mourinho dejó en el banquillo a Mesut Ozil y a Ángel Di María, dando entrada a Benzema y Luka Modric, pero tampoco le dieron alma a su equipo.
“Lo he visto mal desde el primer al último minuto. Victoria merecidísima del Sevilla y derrota más merecidísima nuestra”, agregó.
El portugués explicó que no piensa que todo lo hablado sobre la “tristeza” de Cristiano Ronaldo haya influido porque “el partido no ha sido diferente al de Getafe, al jugado ante el Granada, aunque se ganó”. “Puedo pensar en algunas cabezas que no están pensado como colectivo. Hay cabezas que no piensan que el fútbol es lo prioritario en la vida”, finalizó.
Posiciones
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