Opinión

Milton Montenegro

Periodista

mimontenegro@aldia.co.cr

Dicen que la por la víspera se saca el día, si es así, que el 7 y 11 de setiembre, México nos agarre confesados.

La Selección no se vio bien ante Perú, mejoró y mucho en el segundo tiempo, pero no hay que engañarse con el espejismo del complemento.

En este lapso, Costa Rica tomó la pelota, el control del juego y encimó a Perú, pero lo hizo porque los incas así lo permitieron, los peruanos tenían uno menos y es lógico, ante inferioridad numérica es mejor defender con uñas y dientes el 1 por 0 y no aventurarse al ataque.

A la Tricolor le faltó pegue, no pudo cristalizar en la red las opciones, pero sobre todo y eso me inquieta, se vio lenta y sus movimientos fueron “cantados” al rival.

A la “Sele” no le miré dinámica y fluidez y en el gol de Perú no hubo coordinación, nadie marcó y con esta forma de jugar, México se puede servir en bandeja de plata.

Antes de que Perú, por cierto, colero en la eliminatoria sudamericana, perdiera a un jugador por expulsión, los incas le dieron un baile a la “Sele”.

Juan Vargas, el hombre que hoy la Fiorentina de Italia busca vender, hizo lo que quiso con la zaga nacional.

Con su fuerza y dominio de pelota, Vargas, desbordó una y otra vez a la defensa.

Lo preocupante es que el peruano no anda en su nivel y aún así montó el baile.

“Físicamente no estoy en forma, estoy en pretemporada”, afirmó Vargas al llegar al país, dos días antes del fogueo.

No estaba en el nivel y jugó a placer ante la frágil defensa tica. ¿Qué harán los aztecas con ritmo ante esta zaga de cristal, si la “Sele” no suma en los dos juegos ante México? Bien podríamos caer al tercer puesto, máxime que El Salvador debería lograr los seis puntos ante Guyana y haría siete unidades, tres más de las que en este instante tiene la Tricolor. Entonces que México nos agarre confesados.