Deportes
Lunes 6 de agosto de 2012, Costa Rica
Pasión por el deporte

La maratón y los 100 m. me llevaron a ambos

El Big Ben y el “big” Bolt

Antonio Alfaro, enviado a Londres

analfaro@aldia.co.cr

El tiempo. Eso es lo de ambos. El tiempo.

Uno no deja nunca de darlo y lo advierte con campanadas cada media hora. El otro no se cansa de detenerlo tan pronto le sea posible; esta vez, en 9.63 segundos, también una campanada, nuevo récord olímpico.

Del metro salí en carrera, buscando la maratón y me sorprendí justo a sus pies. A ahí está él, el Big Ben, como ha estado desde 1858, elegante, esbelto, siempre puntual, con un gentío a sus pies, testigo esta vez de la competencia olímpica más legendaria. Intento divisar a lo lejos si vienen las corredoras y él parece responderme. Sus cuatro campanas, encerradas en la torre, anuncian el medio día. Falta poco para que pasen de nuevo.

Él las debe ver a lo lejos, con sus 55 metros de altura. También espigado, Bolt, no tiene ese corte inglés de pulcritud, pero como el Big Ben ve todo desde lo alto. Y no solo por su 1,95 metros de estatura.

Es imposible ignorarlo si se está en Londres en tiempo de Olimpiadas. A las 9:47 p.m. y con puntualidad inglesa y olímpica los corredores están en la pista. La prueba había sido anunciada desde temprano para las 9:51 p.m. y todo un día de programación no ha impedido la puntualidad para la prueba más esperada. El Big Ben, por cierto, también puede jactarse de puntualidad.

Los fotógrafos apuntan con sus bazukas hacia el final de la pista. No hay lugar para uno más y cada quien defiende su espacio con miradas, palabras y hasta un manotazo al equipo del colega que presionaba desde atrás, según pude atestiguar.

El ambiente está tenso. Bolt bromea en la presentación ante las cámaras. Simula ser un “DJ”, con una mano en la oreja y la otra jugueteando con el disco.

Pronto es la hora de la verdad. ¡Sssssh! (Bolt pide silencio llevándose un dedo a los labios). Los 80 mil espectadores se unen con su ¨¡ssssssh! ¡En sus marcas... listos... fuera! El estadio explota en los 9.63 más esperados del día A Bolt quizás no lo vuelva a ver, al Big Ben espero volver.