Ante el invicto Estados Unidos

Londres, Inglaterra/AP Lituania ya bajó de su nube a los estadounidenses. Argentina intentará ahora romperle el invicto a Kobe Bryant, LeBron James y compañía, que súbitamente lucen vulnerables en Londres 2012.

“Es el Dream Team, pero ya vimos que las sorpresas son parte de este deporte”, comentó el argentino Andrés Nocioni.

“Ya vimos que Rusia le ganó a España y Lituania casi le gana a Estados Unidos”, manifestó el jugador luego de la ajustada victoria estadounidense por 99-94 sobre los lituanos, a los que Argentina doblegó con más holgura en su debut, 102-79.

“Debemos hacer el partido perfecto y tendremos oportunidad de ganarle a Estados Unidos”, agregó el jugador

Argentina ya se apuntó una victoria histórica sobre Estados Unidos en los Juegos de Atenas 2004, en los que se llevó la medalla de oro. Estados Unidos vengó ese revés cuatro años después en su marcha hacia el oro en Beijing.

Generación de oro

Liderada por Emanuel Ginóbili, uno de los mejores jugadores de la historia, la generación dorada del básquet argentino entona el adiós en los Juegos Olímpicos de Londres y abre la puerta a una sucesión que se ve difícil.

“Vivimos la situación de estirar la presencia de un grupo de jugadores que le han dado resultados extraordinarios a Argentina”, explicó el seleccionador de la albiceleste Julio Lamas.

“La situación se da también porque ellos quieren. Aún teniendo 35 años, siguen viniendo a jugar a la selección porque les gusta jugar con la camiseta nacional y jugar entre ellos”, agregó.

Es imposible relevar de golpe a cuatro jugadores como Ginóbili (35 años), Luis Scola (32 años), Carlos Delfino (29 años) y Andrés Nocioni (32 años), cuatro pilares, quienes ganaron el oro en Atenas-2004 y que han llegado hasta Londres.

Ginóbili, triple campeón de la NBA con los San Antonio Spurs, lidera el equipo apodado la “Generación Dorada”, que propinó la primera derrota a una selección estadounidense integrada por profesionales -en el mundial de Indianápolis-2002.

Su palmarés incluye el oro de Atenas, un bronce en Pekín-2008 y el subcampeonato mundial en Indianápolis.

“No hay dos Ginóbilis, no hay dos Scolas, no hay dos Nocionis”, respondió Rubén Magnano, el entrenador que armó el equipo que ganó en Atenas-2004, una frase repetida por Facundo Campazzo, el base joven de la selección: “Ginóbili hay uno solo”.

La esperanza del mundo del baloncesto argentino es que se vayan retirando paulatinamente, que dejen su mentalidad ganadora y desacomplejada en quienes les remplacen y que los clubes argentinos sigan produciendo figuras, respondió Rubén Magnano,

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