Tremendo jolgorio armó ayer el Cartaginés en su estadio, donde el Santos de Guápiles fue el famoso “patito de la fiesta”; le pintaron la cara en seis ocasiones y le pegaron tremendo baile.
Quizá solo faltó el confeti, los dulces y que los jugadores brumosos se pusieran el gorrito y el antifaz para comerse ese pastelito que les pusieron al frente.
El volante Pablo Brenes fue al que más le gustó, porque le pegó tres mordiscos, el primero de tiro libre, otro de penal y el último aprovechando las increíbles facilidades que dio en el juego el equipo caribeño, que no fue ni la sombra del que en el certamen anterior dio una grata sorpresa y se dejó el subcampeonato.
También Andrés Lezcano, Erick Ponce y Hansell Arauz (que entró de cambio y en la primera bola que tocó fue gol), tuvieron su tajada del pastel.
Bien por Cartaginés que fue arrollador, claro dominador de principio a fin y se puso de líder con esa goleada 6-0, con siete puntos. Preocupante para los santistas que en tres fechas aún no ganan y es el colero del certamen (suma una unidad).
Además, parece que se le está haciendo costumbre salir goleado de la “Vieja Metrópoli”, porque el pasado 18 de abril en el certamen anterior los blanquiazules le endosaron un 5-1.
Igual, tendrán poco tiempo para recuperarse de este sonrojante momento y el mal inicio de campeonato que ha tenido, porque el miércoles recibe a la Liga.
¿Podrá hacerlo?
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