Periodista
A alguien en nuestro fútbol se le “encendió el bombillo” y le vendió a la Unafut la enorme idea de disputar la Supercopa.
La Unión Nacional de Fútbol, que no tiene peso en el balompié nacional, porque quienes hacen y deshacen son los presidentes de clubes, quedó encantada con la “genial” propuesta, como si se tratara de la gran oportunidad para mejorar el nivel y hacer crecer el deporte rey de nuestro país.
Es más de lo mismo, es darle al aficionado atolillo con el dedo, es brindarle una copa más de tantas que se han inventado en el fútbol costarricense y que hoy son parte de la historia.
¿Cuánto tiempo de vida llegará a tener esta Supercopa? No sé, no soy adivino, pero se abren las apuestas, considero que se disputará unos tres años seguidos y después pasará al baúl de los recuerdos, tal y como pasaron 24 torneos de copa.
Sí, desde 1925 y hasta 1983, en el fútbol tico se disputaron 24 copas, se inventaron 24 nombres de copas, que hoy nadie o pocos recuerdan.
Les voy a dar algunos nombres, espero no se embriaguen con tantas: Copa Benguria, Copa Camel, Copa Argentor, Copa Federación, Copa Cafiaspirina, Copa Olímpica, Copa Gran Bretaña, Copa Reina del Canadá, Copa White Horse y la última en disputa, la Copa Asamblea Legislativa en 1983 y murió, se acabó, fue un invento que duró un año.
Ahora nos recetaron la Copa Ibérico y nos salen con la Supercopa. ¡Por favor! ¿Por qué no hacen algo donde se involucren a los clubes de Primera, Segunda y hasta Linafa, como en España, que desde 1903 y hasta la fecha se juega la Copa del Rey?
O no hagan nada de eso, sino que la Unafut se preocupe por el crecimiento del fútbol, cosa que no ha hecho y eso estoy abierto a discutirlo con cualquiera, porque la Unafut lo único que hace es organizar el campeonato y lo organiza mal.