Deportes
Sábado 23 de junio de 2012, Costa Rica
Pasión por el deporte

La exesposa de Carl Davies cerró el libro

“Ahora soy feliz”

Gabriela Solano

gsolano@aldia.co.cr

Con la mirada puesta en un buen futuro, enamorada, feliz, junto a sus dos pequeñitos y como si fuera poco, viéndose guapísima, así se encuentra hoy día la modelo Ivy Castillo, tras cerrar hace poco más de 22 días de una vez y para siempre, el capítulo que vivió junto al boxeador Carl Davies.

El divorcio es un hecho tras muchos meses de proceso. Sin acuerdos económicos ni repartición de bienes, la pareja se dijo “adiós”, afirmó la modelo.

“El recuento de los daños” –como cantaba la Trevi– son lecciones aprendidas. La principal es “valorarme como mujer, darme mi lugar y entender que no tuve nunca que soportar sus maltratos”, le dijo a Al Día este mujerón, quien agradece a su familia ser el bastón que ocupó.

De su relación con el deportista no queda ningún recuerdo, de todo se deshizo, afirmó.

Y no duda en compartir un pensamiento con las mujeres del país.

“No soporten ningún tipo de abuso, tenemos que darnos nuestro lugar y entender que cuando alguien nos maltrata es porque no nos quiere, el abuso no es justificado bajo ninguna circunstancia”.

La sexy rubia no le puso candado a su corazón, cree en el amor y aunque prefirió no dar detalles, con una sonrisa dijo que existe ese “alguien especial” ya en su vida.

“Creo en el amor, es el regalo más bello que Dios nos ha dado, si te enamoras de la persona correcta”, aseveró la joven muy segura de sí.

Ivy, como toda una luchadora, levanta su rostro para decir que hoy se considera una mejor persona, quien ha madurado y sabe que de los errores hay que aprender.

Por eso está estudiando Administración, pues sueña con ponerse su negocito, a lo mejor de ropa y accesorios para mujer.

“Ha sido un año de bendiciones y cambios, estoy súper contenta. Vienen cosas muy positivas en mi vida. Soy feliz de nuevo y tengo un gran futuro por delante”, dijo entusiasmada ante lo que sabe vendrá.

Mientras tanto, comparte con sus dos tesoros como cualquier mamá momentos fantásticos, desde estudiar hasta ver una simpática fábula.