Londres/AP. - Los deportistas homosexuales se vistieron de oro en estos juegos olímpicos, tal es el caso del jinete británico Carl Hester, quien ganó una medalla de oro en el “dressage” por equipos y la mediocampista estadounidense, Megan Rapinoe, quien además anotó tres goles en el torneo.
Hay más de 10 mil deportistas compitiendo, pero cuando el portal “gay” OutSports.com hizo la cuenta de cuántos son abiertamente homosexuales, encontró solo 23 nombres.
“Es una cifra muy baja”, declaró uno de los fundadores del portal, Jim Buzinski. Agregó que, comparado con el mundo del arte, la política y las empresas, el deporte es el último clóset que queda en la sociedad.
Está claro que los deportistas olímpicos que admiten ser homosexuales son pocos.
Solo un puñado lo han hecho: Hester y Rapinoe, la basquetbolista estadounidense Seimone Augustus, el nadador australiano Matthew Mitcham y la tiradora de arco sudafricana Karen Hultzer.
“Soy tiradora con arco, cuarentona y lesbiana”, declaró Hultzer, de 46 años, a OutSports. Explicó que añora ver el día en que la orientación sexual no sea un tema de conversación.
Organizaciones homosexuales dicen que esa población fue muy bien recibida en Londres, al punto de que hay una “Casa del Orgullo Gay” que tiene el aval oficial de los organizadores.
Hay un dato que llama la atención: Solo tres de los 23 deportistas que admitieron ser gays son hombres. El más conocido es Mitchman, que ganó una medalla olímpica de oro en el 2008.
Rapinoe, quien salió del clóset este año, considera que a los hombres les resulta más duro que a las mujeres admitir su orientación sexual. “Creo que hay muchas mujeres ‘gay’ en el deporte y que eso es bien sabido en sus equipos. Pueden hacer una vida bastante abierta sin llamar la atención de la prensa”, expresó.
Un factor en juego es el temor de perder patrocinios, que jamás admitirán que rompen vínculos con un deportista homosexual, pero pocos están dispuestos a corroborar si eso es cierto o no.
