Londres, Inglaterra/AFP.- Bradley Wiggins festejó su séptima medalla olímpica, y cuarta de oro, con una gran borrachera que comentó paso a paso en Twitter.
Fue una borrachera pública como pocas. Una vez finalizadas las ceremonias y presentaciones oficiales tras su victoria del miércoles en la contra reloj, el ciclista comenzó a publicar en Twitter fotos y comentarios de su festejo personal cerca de la Catedral de San Pablo.
Anunció tempranamente que se iba a pegar una borrachera de locos y cumplió su palabra.
En determinado momento publicó una foto posando con un trago en una mano y haciendo la V de la victoria con la otra, con el comentario “emborrachándome”.
Más adelante dijo: “tremenda borrachera... esto ha sido algo muy emocionante”.
Con su triunfo en la contra reloj Wiggins pasó a ser el deportista británico que más medallas olímpicas ha cosechado. Su victoria se produjo pocas semanas después de que conquistase el Tour de Francia.
“Menudo día, borracho perdido y enterrado por los mensajes. Gracias a todos, un día lleno de emociones”, aseguró Wiggins al caer la noche mientras disfrutaba de su festejo.
El líder del olimpismo británico, Colin Moynihan, restó importancia al episodio y dijo que Wiggins se merece una gran fiesta.
En el pasado Wiggins estuvo marcada por su problemático entorno y un “casi” alcoholismo.
Él mismo ha reconocido que tenía todos los boletos para acabar enganchado a la droga o con problemas con la justicia por robos de coches y pequeñas estafas, pero que el deporte ha servido de tabla de salvación para alejarle siempre del borde del precipicio.