Jorge Vergara, expresidente del Saprissa

Kenneth Hernández Cerdas

kenneth.hernandez@aldia.co.cr

Un viejo conocido del saprissismo estuvo ayer en el país: Jorge Vergara Madrigal.

El mexicano, quien fuera dueño de Saprissa entre 2003 y 2011, vino a suelo tico con el fin de participar en una actividad de su empresa Omnilife, en la que sólo el habló y que congregó a más de 900 personas en el Hotel Ramada Herradura en Belén.

Al Día le siguió el rastro y tras una espera de más de cuatro horas, accedió a una entrevista en la que la “S” fue el punto central de la conversación.

El magnate azteca criticó que el grupo de dueños que lo sustituyó el año pasado, cambiara la política de utilizar sólo futbolistas costarricenses.

Y con ello se viniera al piso la posibilidad de mantener la norma de una planilla con el sello cien por ciento tico.

“Qué pena que ahora dependan de extranjeros”, dijo de manera puntual.

Parco en unas respuestas, extenso en otras, así se comportó Vergara, quien como es habitual en él, no soltó una botella alusiva a un producto de su compañía, además de vestir traje formal pero sin calcetines.

Esta última, quizá la mayor de sus peculiares características.

1¿Después de que vendió Saprissa en 2011 cuántas veces vino al país?

Esta es la segunda, en octubre pasado vine también por una actividad de Omnilife.

2- ¿Qué fue lo último que supo del equipo morado?

Me han dicho que cambió de colores y otras cosas más...

3- ¿Lo de los extranjeros por ejemplo?

Sí, supe de eso. Qué lastima que demostramos con cinco campeonatos que los ticos eran capaces de lograrlo y que ahora tengan que depender de extranjeros otra vez.

4- ¿Es dar marcha atrás cuando la política suya era sólo futbolistas nacionales?

Desde mi punto de vista sí, era un orgullo nacional, se lograron cinco campeonatos con esa fórmula, se lograron mejores jugadores jóvenes, nunca se habían exportado tantos futbolistas de Costa Rica.

Qué tristeza y pena que crean que ganar un campeonato es a fuerza de extranjeros.

5José Carlos Cancela regresó este año y usted lo despidió en 2003…

Sí lo recuerdo, pero aquí lo importante fue lo que se logró en Saprissa, ojalá lo sepan perdurar.

6-Saprissa suma cuatro torneos cortos sin títulos...

Bueno, nosotros les dimos cinco campeonatos y casi todos seguidos. Eso habla de lo que se hizo.

7- ¿Cuánto pesa no ganar nada en ese tiempo?

Saprissa es el equipo más popular de Costa Rica, debe ser siempre protagonista en cada temporada. Por eso tiene que ganar títulos siempre.

8- ¿Qué opina de que no le hayan renovado a Wálter Centeno?

Ni tenía la menor idea, la verdad de Saprissa no te puedo opinar mucho, porque no he hecho el seguimiento de lo que ha pasado con los jugadores y demás.

9- Volvió el color remolacha que usted eliminó...

Pues sí es una cuestión de gustos de los dueños.

10- Y el morado de su empresa quedó atrás...

Era parecido, era un tono entre el morado de antes y el de Omnilife, pues queríamos darle una nueva cara y se la dimos.

11- Tras su salida como presidente, ¿qué pasó con Omnilife, le afectó o no las ventas en Costa Rica?

Omnilife no ha dejado de crecer en los últimos 18 años, así que no afectó para nada. Llevo muchos años aquí y estamos muy contentos con el comportamiento en Costa Rica.

12-¿Mantiene contacto con los actuales dueños del club?

Sí, con el señor Édgar Zürcher somos amigos desde hace mucho tiempo y de vez en cuando nos vemos. Con el fútbol de ellos no tengo nada que ver.

13-¿Quedó algún vínculo contractual?

No, ninguno.

14-¿Económicamente vender Saprissa cuánto le significó?

Muy bien, estamos muy contentos, nos fue bien, valió la pena la inversión, logramos el propósito y lo que queríamos hacer con Saprissa y ahora sí, la historia dirá qué tan bien lo harán ellos.

15-¿Le dejó ganancias o todo lo contrario?

Para nosotros sí.

16-¿Cuánto dinero invirtió y cuánto ganó?

De eso no hablo.

17Para concluir, ¿le quedó algún rasgo saprissista?

Saprissa es de otros dueños, es decisión de ellos todo lo que hagan. Ya no es asunto mío. Ahora yo me dedico más a mi empresa Omnilife y no le doy tanto seguimiento a lo que pase aquí.