Deportes
Domingo 3 de junio de 2012, Costa Rica
Pasión por el deporte

Testimonios “de película” de gente que trabajó con el “enemigo público número 1 del fútbol tico”

Sotela al desnudo

Isaac Zúñiga Keith

isaac.zuniga@aldia.co.cr

“Me gustan las tramas reales, que dejen mensajes. Pero es cierto que una de mis primeras experiencias fue en Highlander (El inmortal) en 1986, una película más fantasiosa y de ciencia ficción”.

Estas palabras se las dijo el 7 de octubre de 2007 a Al Día, un productor cinematográfico, personaje desconocido para aquel entonces en el fútbol costarricense, que decidió incursionar cuatro meses antes en este mundo, tras adquirir al desaparecido equipo de Liberia, por el que desembolsó de entrada ¢129 millones.

Hoy, ese hombre de 1,87 metros de estatura, con su inseparable cabellara larga amarrada con una cola de caballo, padre de tres hijos (Guliana, Mario y Estefano), reconocido amante del surf, que le hace la cruz a los ascensores (no los utiliza), ha escrito innumerables páginas no muy doradas, pero dignas para un guión del filme sobre su faceta como dirigente en el balompié tico.

Pues sí, Mario Sotela, actual vicepresidente del Herediano, es de película (en muchos casos de horror), y en los últimos años pasó de ser aquel jerarca innovador querido por muchos, al blanco de un aguacero de cuestionamientos por su forma polémica de comandar un club.

Pero, ¿qué acciones fueron las cómplices de embarrialarle el ambiente a Sotela?

Promete cielo y tierra, pero luego...

Algunas de las personas que han estado muy cerca del protagonista a lo largo de este tiempo, que han trabajado para él, describieron quién es Sotela, un tipo hábil al inicio con tal de contratar jugadores. Su anzuelo: les baja el cielo y la tierra para que éstos estampen la firma, pero luego el horizonte se torna gris para ellos.

“Ofrece condiciones que aquí difícilmente las podía tener uno en otros clubes. A mí me propuso pagarme casi el doble de lo que ganaba en la Liga, por partido jugado le ofrecía un monto de dinero, si metía gol le reconocía con otra cantidad”, contó el exlateral Hárold Wallace, uno de los que se dejó tentar en la época de existente de Liberia.

Sin embargo, al transcurrir un año (2008), su conducta adquirió un cambio sensible y las promesas y propuestas económicas hechas, se las llevó el viento.

“No cumplía, no decía la verdad. Es como fantasioso, luego se escondía, no daba la cara y mandaba a otras personas a que arreglara con nosotros”, agregó el exdefensor Jhanny Flores.

“Siempre estaba de viaje y empezó con cuentos. Cuando quedamos campeones en 2009 pasó como ahora con Heredia. Llegaba a los concentraciones y por cada fase (a la que avanzaran) nos ofrecía un monto; él mismo se “mató” solo y el premio llegó a rondar los $100 mil (¢505 millones) y nunca nos dio un colón”, reforzó Harold Wallace.

Dólares, colones, euros...

Según le reveló a Al Día un futbolista que pidió su anonimato, las órdenes patronales les llegaban “cada muerte de obispo” y cuando necesitaban una carta del club para alguna diligencia personal, nunca había nadie a quién recurrir.

Lo anterior, se reflejó también en la forma como les cancelaba el salario a los jugadores, cuando lo hacía...

“A mí me pagaba en dólares, a otros en colones y a los franceses Jacques Rémy y Michel Gafour en euros, la mayoría de las veces era en efectivo, muy pocas veces nos depositaba. Era un desorden, yo no sé cómo maneja eso porque él apuntaba en una libretilla a quién le pagaba y a quién no”, aseguró Flores.

“Siempre nos citaba en diferentes puntos, un mes en un lugar y así. Varias veces en Plaza Santa Rosa, un centro comercial que hay en Guanacaste, otras en el estadio, en la casa de él. Uno llegaba y ese misterio...había que montarse al carro de él y ahí nos pagaba”, añadió el exfutbolista.

Mal asesoramiento, su mayor yerro

Para otros, la principal piedra en el camino que ha tenido Sotela, es que desde un principio se rodeó de personas que lo han asesorado mal, y lo han llevado a cometer los errores que lo hacen siempre el malo de la película.

“Ese ha sido el escollo. Al lado tuvo gente que no asesoró correctamente su trabajo, estuvo mal asesorado y eso lo ha llevado a todos esos (problemas). Ha tenido buenas intenciones y logros igual (en cuatro años hizo campeón a Liberia y a Herediano), eso nadie lo puede negar”, declaró Luis Cubillo, quien por un periodo fue presidente de Liberia.

“Él de fútbol no sabe, y la gente que está a su alrededor no es la idónea. Hay personas que se aprovechan de él, lo enredan y comete toda esta serie de errores. A veces no es por mala fe, sino por la ignorancia”, concluyó por su parte Harold Wallace, quien antes de llegar a Liberia jugó con Liga Deportiva Alajuelense y fue uno de los fijos en la Selección.

Aún así, Sotela sigue pareciendo a Highlander: a pesar de las críticas sigue en pie de lucha.

En el ojo del huracán

“Me tiene harto”. Lo dijo Mariano Varela, dirigente morado, cuando Sotela insistia en fichar en julio de 2008 al delantero Alonso Solís por debajo de la mesa.

Escudo. Cambió el escudo de Liberia, por una imagen de un águila, casi igual al de una popular cerveza nacional y se vio en problemas porque la compañía le reclamó.

Cero prensa. En 2009 decidió negarle el acceso a la televisión y radio en los partidos de Liberia como local. Quería que les pagaran $350 mil por derechos de transmisión.

Deudas y deudas. La Liga denunció que le debía ¢1 millón por alquiler del Morera Soto, cuando Liberia lo usó en “Concachampions”. No fue el primero en pegar el grito al cielo.

Cambió de franquicia. El 17 de julio de 2010 dejó a Liberia sin equipo en Primera al cambiar de franquicia con Mínor Vargas, dueño del Barrio México.

Demanda. Pablo Salazar y Mínor Díaz lo demandaron por fallarles con el salario cuando ambos jugaron con Liberia Mía. Reclaman aún $200 mil.

Insólito. Despidió al técnico Orlando De León; 24 horas después, por presión de los aficionados, lo restituyó.

Por dejarlos sin equipo. En agosto de 2010 la Municipalidad de Liberia lo declaró persona non grata.

Criticado. Decidió vender camisetas de campeón antes de la final de Invierno 2011 que perdió Herediano.

No aguantó. A un aficionado le quitaron una pancarta en la final con Santos que decía: “Sotela aguafiestas”.

Bronca. Llamó mercenarios a los jugadores del Herediano por reclamar un atraso del 25% en sus salarios.

Silbado. Por su mala gestión, fue silbado cuando recogió la medalla de campeón en la final contra el Santos.