Limón.- Javier Bisetti lo tiene muy claro. Es hora de acabar con el invicto de 16 fechas que tiene Siquirreña en el campeonato.
La garra y el talento, dicen, serán las armas principales para derrotarlos y alcanzar así el sueño de jugar en Segunda División. “Sé poco de ellos. Me comentan que tienen buenos delanteros y que son agresivos en la marca y cuando atacan, pero hemos trabajado esas cosas y vamos por ese invicto”, declaró Bisetti.
Heiner Espinoza, de 30 años y quien tuvo la experiencia de militar en una liga de Austria, respeta esos números, pero dice no temer a Siquirreña. “Esos números dicen que son fuertes, no sé si bien trabajados, ayer los vi entrenando y se ven coordinados. Pero nosotros también tuvimos un invicto muy largo y tenemos calidad para ganarles”.
El contención Yeiner Jiménez, expresa que su equipo no debe preocuparse por lo que hace el rival, sino más bien mirar a lo interno, ver las cualidades e ir con todo. Además, dice que Finca Austria - Nosara tiene estadísticas también muy buenas. “Si nos ponemos a hacer números, solo perdimos dos veces en 30 partidos. Son cifras similares, buenas también y nos estamos preparando para ir por ese invicto”. Pero Siquirreña se ha tomado el tiempo para afinar la estrategia y para prolongar esa racha.
“Nosotros somos muy equilibrados en todas las líneas, sabemos cuándo ir y cuándo no. Pero lo más fuerte es la unión de grupo”, dijo Enrique “Coco” Serrano. Miguel Sánchez también opina que lo mejor del equipo es la unión del grupo. “Si ellos están en la final es por algo, es porque son un buen equipo, pero confío en Dios en que todo va a salir bien”.
El duelo está pactado. Hoy se empezará a escribir la historia.
Sacrificio por el pueblo
Carlos Calvo es un reacio defensor de Siquirreña que sacrifica el tiempo para estar con sus hijos, con tal de darle al pueblo la alegría de tener un equipo en Segunda División.
Calvo descarga y acomoda sacos de cemento para la empresa El Colono, un trabajo ya duro y difícil y que en ocasiones lo obliga a llegar tarde a los entrenamientos o a no asistir del todo.
“Tengo una hija de doce años y otra de nueve meses. Las veo solo a la hora de almuerzo y a veces, a la grande, en la mañana cuando se alista para ir a clases. Mi esposa es la más fiel seguidora del equipo, la verdad, anda conmigo en todo lado. Todo vale la pena para darle una alegría a Siquirres”.
El defensor tiene tres años en el equipo, desde que estaba en terceras.