Deportes
Lunes 17 de septiembre de 2012, Costa Rica
Pasión por el deporte

Herediano tuvo contra las cuerdas a Belén, pero no lo noqueó

Como boxeador sin pegada

Isaac Zúñiga Keith

isaac.zuniga@aldia.co.cr

Heredia. - Herediano fue ayer ante Belén como un boxeador fajador, esos que apenas ponen un pie sobre el ring, van hacia al frente con todo, sin miedo, no reculan, pero con la gran diferencia de que nunca pudo pegarle el golpe de gracia a su rival, para mandarlo a la lona y propinarle el nocaut.

Y es que desde el campanazo inicial, los florenses entraron calientes, sin formalismos, sin hacer el tradicional estudio del rival en los primeros 15 minutos del asalto para ver qué traen, cuál es su estrategia para hacer daño y ganar el combate.

Rápido, los pugilistas rojiamarillos pusieron contra las cuerdas a los belemitas, quienes de por sí evidenciaron que su plan era hacer una buena defensa, enconcharse lo más que podían, cerrar espacios y buscar herir con velocidad y por la vía del contragolpe.

Los florenses por su parte querían colgarse el cinturón de líderes absolutos del torneo Invierno, adueñarse de ese privilegio.

Sabían que para eso, debían aprovechar el traspié del sábado (contra Santos), de un peso pesado como Saprissa, y la igualdad ayer de la Liga, otro peso completo, en Puntarenas.

Por eso encimaron a sus vecinos para dejarlos sin salida, atarlos de manos con dos hombres en punta: Yendrick Ruiz y Enoc Pérez, dos figuras pensantes: Ismael Gómez y Marvin Ángulo, además, de dos recuperadores: José Miguel Cubero y Carlos Hernández, quienes de paso tienen también, tacto para tratar al balón.

Bajo esa estructura, y con una destacada colaboración por los costados del novel Mauricio Núñez y Marvin Obando, Herediano montó su ataque.

Le funcionó, porque apenas al minuto 12 logró conectarle un golpe certero a los belemitas. Aníbal Arrieta no supo qué hacer, se atolondró al verse acorralado por Ismael Gómez, quien con fuerza lo despojó de la redonda, luego mareó a la zaga visitante y la mandó al fondo.

Fue como un gancho al hígado para la esquina de Vinicio Alvarado y compañía, que intentó sacudirse, más a la desesperada que a otra cosa, pero los argumentos no le daban para más.

Igualdad en los cartones

Herediano vio, se dio cuenta de que podía buscar acabar el duelo por la vía rápida (bien pudo haberlo hecho), y se abalanzó con todo en el segundo round.

Tiró golpes, eso sí todos fallidos. Nunca pudo noquear.

Lo anterior le dio aire, alas a Belén que en ese episodio lo afrontó con más confianza; se la creyó.

Al final, cuando todos creían que la lucha acabaría por decisión unánime (1-0), Andy Furtado equiparó las tarjetas 1-1.