Cartago. - Un camerino en silencio como él mismo lo definió, asusta.
Es por eso que el futbolista Edder Nelson, quien aunque hace apenas dos meses se convirtió en ficha del Cartaginés, es uno de los encargados de poner el humor dentro del vestuario brumoso.
Y es que en el club “blanquiazul”, el exporteño encontró una yunta de niñez, Esteban Maitland, quien le hace segunda y entre ambos ya comenzaron a hacer de las suyas.
“Maitland y yo crecimos en Limón, fuimos compañeros de ligas menores y nos reencontramos en Cartago y se da el vacilón y todo. Nos damos bromas y nos vamos uniendo. En mi caso me gusta vacilar mucho, soy una persona que las recibe también, y es importante para el camerino, porque si es callado más bien asusta”, destacó Edder Nelson.
Las primeras víctimas de sus chistes y bromas en equipo de la “Vieja Metrópoli” ya cayeron; se trata del arquero Erick Sánchez y el lateral Yader Balladares.
“Ahí vamos poniendo apodos. A Yader le hemos puesto el “Jabalí”, a Erick “el perro salchicha”. Igual entre Maitland y yo nos molestamos diciéndonos monos, pero es algo que se da por la confianza y como nos conocemos desde hace tiempo”, añadió.
El veloz jugador agregó, que aún no se atreve a esconder tacos o maletines de sus compañeros, pero cuando entre más en confianza le dará rienda suelta a su imaginación en ese sentido.
“No hemos llegado a ese extremo todavía, pero creo que si un camerino es alegre más bien, se reflejará dentro de la cancha dentro del campeonato, que Cartaginés será algo diferente y poder lograr el objetivo que quiere el club”, concluyó Edder.
