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Domingo 27 de mayo de 2012, Costa Rica
Pasión por el deporte

Warner Rojas, escalador nacional que alcanzó la cima del Everest

“No tomo conciencia de lo que hice”

Sofía Quesada Chavarría

squesada@aldia.co.cr

A pesar de haber alcanzado la cima del Monte Everest el jueves a las 5:45 p.m. (6 a.m. del viernes en Nepal), el montañista Warner Rojas, todavía no celebra el convertirse en el primer costarricense en completar esta hazaña.

El tico se comunicó ayer a las 6:19 a.m. con Al Día para contar los detalles de su ascenso. Sereno, tranquilo y siempre muy detallista relató la experiencia y aseguró que hasta hoy, cuando llegue al campamento base, festejará lo que hizo, debido a que todavía debía atravesar la cascada de Khumbu, un glaciar que en esta época es muy peligroso.

Además confesó que ya tiene nuevos sueños y montañas que alcanzar pero la decisión para hacerlo deberá tomarla en familia. Pero de momento, subir de nuevo al techo del mundo no pasa por su mente.

-¿Cómo fue la experiencia de estar en la cima, descríbanos el paisaje?

Fue algo muy extraño y no me vas a creer, si acaso estuve cinco minutos en la cumbre, fue bonito saber que era el primer costarricense ahí y que ese montículo es el más alto de la tierra es como ¡wow! Estaba demasiado frío, había muchísimo viento y no sentía los pies entonces temí por una congelación, tomé algunas fotos y bajamos porque estaba peligroso.

-¿Qué recuerdos dejó en la cima del mundo?

Ahí dejé la bandera firmada por toda la gente que me ayudó, una estampita de la Virgen de Los Ángeles y el escudo de Escazú, eso es una montaña de recuerdos entonces tuve que escarbar y dejé todo ahí metido, seguramente el viento ahorita se las lleva. Alrededor se ven montañas de montañas nevadas y un poquito la curvatura del mundo. A unos 20 metros de la cumbre hay un poco de piedras entonces me traje unas; una para ir a dejársela a la Vírgen (en Cartago), otra para la Presidenta de la República, Laura Chinchilla, y otras más.

-¿Cuál fue el sentimiento arriba después de la lucha de tanto tiempo?

Soy honesto, el sentimiento todavía lo estoy reservando, fue muy lindo estar en la cima y todo pero empiezo a celebrar la montaña hasta que esté en el campo base (5.400 msnm), ahí me daré cuenta realmente de lo que es subir el Everest porque todavía me preocupa la cascada de hielo de Khumbu (glaciar camino al campo base con grietas de hasta ocho metros) porque está muy inestable. Ahorita lo que siento es orgullo pero mañana (hoy) es realmente cuando celebro.

-¿Qué nos puede contar del ascenso?

Realmente fue muy duro y duré casi 10 horas subiendo y seis horas bajando al campo 4 (7.920 mnsm). Salimos el jueves a las 6 a.m. (5:45 p.m. del miércoles en el país) del campo 3 al 4 y duramos seis horas caminando, descansamos todo lo que pudimos y a las 8 p.m. (7:45 a.m. del jueves) empezamos a caminar a la cima, paré en un momento nada más para cambiar la botella de oxígeno y tomé un poco de agua. En las 16 horas (entre el ascenso y descenso) me tomé como dos litros de agua nada más y sin comer nada, cuando bajé le pegué un par de mordiscos a una barra energética que nos dieron. Cuando llegué al campamento me comí un atún, una barra de granola, me hidraté y dormí.

-¿Qué tipo de experiencias pasó, quedó impactado?

Confieso que da un toquecillo de miedo, más que cuando íbamos subiendo nos encontramos con tres de los cuatro muertos que se dieron la semana pasada, uno pasaba a la par de ellos y eso daba una sensación como de que lo que se estaba haciendo era un error y que podíamos ser parte de la estadística (de muertes).

-¿En algún momento pensó en no continuar?

Dentro de todo lo que había, mucho viento y frío, siempre supe que podía, yo iba subiendo poco a poco, pero también le había prometido a mi esposa que con el menor indicativo me devolvía. Me puse a pensar cuando vi a los muertos, especialmente al coreano que quedó guindando en la cuerda y nosotros para poder pasar tuvimos que soltarnos de la cuerda, pasarlo y volver a amarrarnos. Cuando bajé lo estaban rescatando y estaba como a 8.400 msnm. También vi a una canadiense que estaba envuelta en su bandera y solo se le veían los pies.

-¿Ahora cómo se siente físicamente?

Me siento muy bien, muy cansado y desgastado por todo el esfuerzo que se ha hecho y por no comer bien. Hasta esta tarde (ayer) me comí un plato de comida como se debe después de más 36 horas. Estoy bien no hubo congelaciones y mis compañeros están físicamente bien.

-Un mensaje para todos los que lo han seguido

Que los sueños si se trabajan se pueden lograr, cuesta mucho pero con mucha constancia, esfuerzo y trabajo se pueden alcanzar. ¡Sí se puede! Como dice la famosa expresión tica.

-¿Cuándo regresará a Katmandú (capital de Nepal)?

Mañana (hoy) regreso al campo base y en tres o cuatro días estamos en Lukla y de ahí viajamos a Katmandú, donde estaré como dos días antes de irme a Holanda.

Tiquicia en el Everest

Su cantón. Warner Rojas dejó el escudo de su cantón Escazú en la cima de La Tierra, esto como símbolo de no olvidar de donde salió. Los escazuceños pueden rajar de que hay un pedacito de ellos en lo más alto del planeta.

Encuentro de naciones. La bandera de Costa Rica ya se encuentra en el Everest, según Rojas este pico es una montaña de recuerdos ya que hay símbolos de la mayoría de países del mundo, ahora la Nacional también está.

Acompañado. Una estampa de la Virgen de Los Ángeles acompañó a Warner en su recorrido, a manera de agradecimiento por el objetivo logrado el escalador la dejó en la cima del monte. Además Rojas aprovechó y se trajo unas piedras.