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Martes 13 de noviembre de 2012, Costa Rica
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Opinión

Jugar bien: nada más

Julio Rodríguez B., periodista

redaccion@aldia.co.cr

Al anunciarse la programación de los seis equipos de Concacaf que habrán de jugar la etapa final para escoger los tres (cuatro) equipos de esta zona para el Mundial en Brasil, el debate se ha centrado en Centroamérica en torno a la buena o mala suerte habida en el sorteo. Costa Rica no ha escapado a esta discusión.

¿Tiene sentido esta discusión? De ninguna manera. El éxito en esta etapa final depende de la calidad de las selecciones y no de la suerte. De poco sirve el resultado de esta rifa, si, como dice Barrasa, no se juega bien. Esta es la cuestión. Es preciso, entonces, que nuestros dirigentes y nuestro director técnico, Jorge Luis Pinto, se concentren en lo esencial y no en cuestiones accidentales. ¿Qué significa, entonces, jugar bien? Significa poner en práctica los principios básicos del futbol y desterrar las fallas o errores elementales, aquellos que suelen echar a perder el trabajo realizado. En cuanto al futbol nacional, se debe hacer un examen en esta materia para determinar cuáles son los tropiezos o errores, sobre todo mentales, que pueden dejarnos fuera.

Tenemos personas capacitadas, conocedores del futbol nacional, que pueden colaborar con el director técnico en esta labor de información. Conviene, asimismo, hacer un repaso de la participación de Costa Rica en torneos similares para determinar, con precisión, cuáles son nuestras fallas de orden físico, técnico o mental. No se trata de elaborar una larga lista, sino de centrarse, como expresamos, en lo esencial, esto es, en aquellas causas que han sido funestas, aunque a primera vista parecieran sin importancia. En segundo lugar, los jugadores deben conocer los principios básicos del futbol para ingresar a la cancha con un esquema mental claro sobre lo que tienen que hacer, algo así como los conocimientos fundamentales del arte de manejar. De aquí la importancia de la práctica, del trabajo perseverante o relación íntima entre los pies y la mente. Jugar bien.