Coronado.- Se cayeron, se levantaron. Terminaron hasta el tuétano de barro, cansados y sin aire, pero con una enorme sonrisa porque los atletas sabían que todo el esfuerzo derrochado en la dura competencia de campo traviesa en la zona montañosa de Cascajal de Coronado, se traducirá en ayuda para escolares.
Ya que cada paso que daban para completar los 15 kilómetros de recorrido (entre fincas y calles empedradas) ayudarán a la remodelación de la escuela de Monserrat, ubicada en la zona.
El primero en culminar el retador trayecto fue Érick Agüero, corredor de The North Face, que sacó una ventaja abismal (de unos 500 metros al segundo puesto).
“Estuvo muy dura en especial en los primeros 4 kilómetros que eran de subida. El terreno estaba sumamente quebrado, había mucho barro y los rivales fueron muy fuertes. Mi estrategia fue mantenerme con los primeros, iba poco a poco colocándome y después pegué un jalón en la parte de descenso para mantenerme en la parte final. Gracias a Dios saqué bastante ventaja al segundo lugar porque corre uno más tranquilo”, explicó el vencedor.
La primera dama que se asomó a la línea de meta fue Gabriela Arias, una atleta de la UCR que está acostumbrada a las carreras de pista y le pareció excesivo el tiempo que consiguió. “Hay partes en las que definitivamente hay que caminar porque sino es muy golpeado. Lo más complicado fue la parte de montaña porque tiende uno a caerse, estaba muy resbaloso. No pensé que fuera a durar tanto tiempo”, reconoció.
Patricia Hernández, segundo puesto comentó que a pesar que al inicio venía “cazando” a Gabriela, se cayó tantas veces que no le aguantó el ritmo.
Posiciones
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