Saborío se dio un festín ante un rival muy limitado

Milton Montenegro, enviado

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Georgetown, Guyana. Mejor no se le pudieron presentar las cosas anoche a la Selección Nacional.

No solo sacó la tarea, se llevó los tres puntos de Guyana, sino que lo hizo en una noche despejada, sin gota de lluvia y en un estadio al que le faltó mucho público.

Los dirigentes de la Federación de Fútbol de Guyana manifestaron que trece mil aficionados estarían apoyando en el Providence, pero las gradas estaban muy vacías.

Además el compromiso se disputó con los balones de los ticos.

Las pelotas que presentó el cuadro local no eran oficiales y se recurrió a las de la “Sele”.

Fue una noche perfecta para la escuadra tica, que al frente tuvo un adversario al que le llaman los “Jaguares Dorados”, pero solo fueron unos graciosos gatitos.

Veinte minutos le bastaron a la Selección para bajarle cualquier ímpetu a los guyaneses, en este lapso Álvaro Saborío tocó puertas y después las derrumbó con sus dos cabezazos.

El 1 a 0 fue de zurda y en los otros dos al 26 y al 52, metió la testa y se llenó la boca de gol.

Claro, lo hizo con la complicidad de la defensa de los “Jaguares”, limitados y desubicados para marcar.

Buena victoria para Pinto y sus muchachos, necesaria, un alivio, tras el empate contra El Salvador, pero no es para embriagarse con el cuatro por cero.

“La “Sele” enfrentó a un rival inexperto, lleno de deficiencias.

Pinto tendrá que laborar más y corregir a la zaga, se vio mal en los balones aéreos y hablar con Keylor, quien en ocasiones se quedó pegado bajo el marco.

A Michael Barrantes se le debe pedir precisión al dar el servicio, regala muchos balones y a Joel explicarle que el fútbol es de conjunto, que en ocasiones no puede dejarse demasiado la pelota.

Pero lo primordial se consiguió: puntuar, ganar y llegar a cuatro unidades en la eliminatoria. Para lo demás ya habrá tiempo. Y, por si fuera poco, a la “Sele” le favorece que México ganara por 1-2 en El Salvador.

Y como dice el mismo Pinto, vamos a mirar cuánto evoluciona la Selección, que cerró la paliza con el bañito de lujo de Joel.