A Pinto y a Casas...

Edgar Fonseca

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Recado urgente al entrenador Jorge Luis Pinto: “No lleve al amistoso de Guatemala a esa nueva perla negra del fútbol tico que se llama Joel Campbell. No lo exponga a que se lo lesionen. Ese encuentro no lo amerita. No vaya a ser que se quede sin el santo y sin la limosna para el crucial juego eliminatorio ante El Salvador.

Y señor Pinto: no más experimentos con prospectos para la Sele. Suficiente el papelón ante los chapines…”.

Entrando en materia, Daniel Casas tiene todo para triunfar con la “S”. Llega a un cuadro plagado de gente joven, talentosa. Una cantera, que sus buenos réditos, ya le ha dado a sus propietarios en lo comercial.

A Casas lo retratan como un técnico infatigable en su trabajo y en su propuesta. Lo demostró y se le reconoce en San Carlos donde llevó a los norteños a codearse en la cúspide. Garra, marca, orden y equilibrio serán ejes de la huella que querrá dejar Casas en la “S”.

Con su apuesta, Horizonte Morado se la juega de todas, todas. Pero un propósito como el de Casas requiere de tiempo y de paciencia. ¿Le dejará trabajar la afición morada?

Frustrada por los resultados adversos de tiempos recientes, por la sequía de cuatro torneos sin títulos y lejos de la pasarela internacional, la gran duda que salta es si esa afición le permitirá al nuevo timonel echar siquiera a andar su modelo o si de buenas a primeras le exigirán título. Casas arranca con un matiz de escepticismo: un 60 % de aficionados morados no le tiene fe. Volcar esa incredulidad será una tarea de padre y señor mío, contra el tiempo, contra su archirrival. La Liga se anda armando hasta los dientes. Y contra esas ansias incontenibles de campeonato de las que ni siquiera él escapa. “No podemos darle más allá para un título en Saprissa”, dijo.