Redactor
El gol se vive, se disfruta al máximo, sobre todo cuando llega al cierre del partido y da la victoria.
Un gol así hay que saborearlo, hay que gritarlo como lo hizo Esteban Ramírez, quien en la cara se lo restregó a Víctor Bolívar y a todos los saprissistas.
Seguro Bolívar sintió que Ramírez le reventaba los tímpanos con esa forma de desgalillarse; para Douglas Sequeira fue como una daga al corazón, una burla, dijo el defensor, pero es claro que el guardameta provocó.
Bolívar quiso impresionar a Ramírez cuando iba a lanzar el penal, el florense expresó que el arquero lo ofendió y más allá de las palabras, de lo que dijo uno y respondió el otro, los morados deben tragarse la bronca, porque la victoria premió al mejor.
La mayor parte del compromiso Herediano mandó, trabajó más por los tres puntos, mientras Saprissa llegó a especular.
No podían imponerse los tibaseños cuando en ataque presentaron muy poco, cuando su primer remate directo se dio a los 49 minutos. Saprissa no podía lograr el triunfo con solo tres disparos directos en todo el encuentro.
Desde que arrancó el choque se vieron las diferencias, en 15 minutos los florenses ya habían estrellado el balón en el horizontal, y además tenían el control del medio campo, mientras que la “S” lucía falta de ritmo, sin dinámica e imprecisión en los pases.
El “Team” abrió la cuenta al 35 con el cabezazo de Ramírez y el error de Russell, quien venía con él y lo dejó despegarse... gol.
Saprissa pellizcó el empate momentáneo porque Waylon en lugar de reventar la pelota, bajarla, dar el pase o salir jugando en el centro inofensivo de Barquero, se tiró como en piscina y Deyver Vega hizo el 1 a 1.
Herediano no bajó los brazos y aprovechó que Vega se ganó la segunda amarilla, hizo teatro y se fue expulsado. El cuadro rojiamarillo insistió, presionó, llegó el penal y ganó el mejor.
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