Goicoechea. - Las celebraciones de David Diach son pícaras, le ponen color a un juego y tienen un tinte de gracia. Pero la de ayer, en el juego ante Barrio México, fue irreverente, fue vulgar.
Diach marcó el tanto con que Juventud Escazuceña empató, 2-2, ante el equipo de la franja roja, en el estadio “Colleya” Fonseca, en Goicoechea, San José.
El veterano delantero montó todo un espectáculo digno de una de esas despedidas de soltera donde llevan hombres de poca ropa.
Al anotar, corrió a celebrar frente al banquillo de su equipo. Pero su objetivo estaba en la gradería de sombra.
El veterano jugador, señaló a una dama hacia la grada, le recordó la mamá y montó su número.
´Levantó su camisa, movió su abdomen, al estilo baile del vientre, señaló sus genitales, se dio vuelta e hizo vibrar sus nalgas.
Viejo problema
Según Diach, fue un desahogo necesario. “La señora es la esposa del presidente del equipo de Barrio México”.
“Mientras calentaba, ella me insultó. Y a mí no me pasa agua por las venas, me pasa sangre. Entiendo que quizás me sobrepase un poco, pero los insultos eran constantes”, dijo Diach.
“A ellos les servía el gane por su posición en la tabla. Les dolió el empate”, añadió el delantero.
Los ánimos se calentaron. Luego del pitazo final, los jugadores se enfrascaron en insultos. Y un conato de bronca entre James Scott y Eduardo Matamoros.
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