Deportes
Lunes 25 de julio de 2011, San José, Costa Rica
Pasión por el deporte

Víctor Cordero

¡Siempre estará con nosotros!

Benjamín Mayorga

Exfutbolista

Un día, apareció un carajillo que llegaba de las ligas menores. Al verlo jugar, algunos nos dijimos que le iba a costar llegar a la Primera. Además de ser muy flaco, tener muy evidentes limitaciones –como salir jugando con la bola– enfrentaba la adversidad que para entonces el Saprissa contaba con una exitosa y consolidada defensa, zona a la cual pretendía integrarse.

Sin embargo, conforme pasaron las semanas, comenzó a mostrar coraje, disciplina, un evidente amor por el equipo.

Y, casi de manera simultánea, empezó a generarse esa tradicional y maravillosa filosofía de “vida” que ha hecho grande al Saprissa, cual es que los jugadores consolidados “adoptan” a los novatos no solo para corregirles sus errores e inculcarles que el Saprissa es un gran equipo hacedor de títulos.

Róger Flores, Alexis Camacho, Edwin “Sarapiquí” Salazar, Vladimir Quesada, entre otros, comenzaron, sin ninguna mezquindad a enseñarle esos primeros pasos.

A los seis meses escuché comentarios en el sentido de que el ‘carajillo’ empezaba a saberse el juego y que sería una promesa a largo plazo, aspecto en el cual los equipos cifran sus esperanzas.

Ese chiquillo trabajó horas extras y hoy, al cabo del tiempo, es el segundo jugador más exitoso, después de Edgar Marín, en la historia del Deportivo Saprissa.

Víctor Cordero, el ‘carajillo’ de entonces, gracias a su empeño, condiciones naturales, se convirtió en el “heredero” de esa idiosincrasia.

Hoy, le agradezco a Dios por haber conocido a Víctor, un excelente compañero, un líder indiscutible dentro y fuera de la cancha, pero sobre todo, un gran ser humano que lo hace ser un futbolista, padre y esposo ejemplar.

Siempre estará con nosotros.