El león furioso que destrozaba rivales perdió garra en las últimas dos semanas, y anoche quedó más que en evidencia en el juego con Limón.
El cuadro rojinegro no pasó de un opaco empate en casa que dejó un sabor amargo en la afición y en la planilla manuda.
En sus dos juegos de local la Liga ya perdió cuatro puntos de seis en disputa, un detalle que sí preocupa a los alajuelenses.
La semana anterior fue San Carlos el que le quitó dos unidades a los erizos y ayer el conjunto caribeño hizo lo mismo.
“No queríamos empatar, tuvimos llegadas, no concretamos y la afición sale descontenta”, resumió el defensor Elías Palma.
El zaguero recordó que inclusive el miércoles pasado hubo sudor extra para ganar en Guápiles. “Metimos el primer gol hasta el minuto 83 después de 15 llegadas, no son excusas, hacemos buen fútbol, en cuanto caigan los goles retomaremos confianza”. El volante Wálter Chevez reconoció que el planteamiento limonense frenó el ímpetu liguista. “Fuimos al frente, atacamos, ellos (Limón) hicieron un planteamiento defensivo. Vinieron y se encerraron, bola que agarraban, como decimos, punta para arriba, lamentablemente empatamos un juego que debíamos ganar”, apuntó.
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