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Domingo 12 de agosto de 2012, Costa Rica
Pasión por el deporte

Vamos a extrañar a Roberto Carlos

Tenía un cañón en la zurda

Redacción. - Destacó por su velocidad, sus potentes disparos de pierna zurda y un carácter de acero en la cancha...

Días atrás, el lateral brasileño Roberto Carlos anunció su retiro del fútbol, sin embargo, su figura quedará grabada en la memoria.

Razones sobran. La historia lo reconoce como uno de los carrileros de mayor bagaje del planeta.

Inclusive fue nombrado por su compatriota Pelé como uno de los 125 mejores jugadores que permanecen con vida.

Un apunte anecdótico señala que su padre le puso ese nombre en honor al popular cantante brasileño Roberto Carlos Braga.

¡Qué jugador!

Más que cualquier otro futbolista, Roberto Carlos demostró que el lateral izquierdo puede ser un arma de ataque.

La mayoría de los rivales que enfrentaban a la selección de Brasil o el Real Madrid donde pasó sus mejores tiempos, se preocupaban más por controlar sus subidas que por atacarlo.

Cuando se encontraba fuera de posición, su increíble velocidad y aceleración le permitían recuperar la marca.

Con su zurda furibunda y precisa hacía mucho más que tirar centros: inflaba redes desafiando la lógica.

De hecho, científicos tuvieron que explicar cómo hizo en 1997 para anotar con cara externa ante Francia el tiro libre más famoso de la historia.

Lanzó la pelota con un efecto endiablado que daba la impresión que saldría, pero el esférico se coló en la meta del arquero Fabien Barthez. El planeta se rindió a sus pies con semajante anotación. Fue campeón del mundo (2002) y de América con Brasil, y cuatro veces ganador de la Liga española y tres de la Champions con Real Madrid.

Quizá no fue el lateral más completo ya que no tenía cabezazo, ni cerraba detrás, pero nadie lo olvidará.