Deportes
Domingo 12 de agosto de 2012, Costa Rica
Pasión por el deporte

Mo Farah ganó primero los 10 mil metros; ayer repitió en los 5 mil

Escapó de la guerra civil en Somalia

Londres, Inglaterra/AFP Mo Farah, nacido en Somalia, pero que se refugió y crió en Inglaterra cuando su país fue devastado por la guerra, logró ayer un doblete histórico con su victoria en 5.000 metros, una semana después de ganar los 10.000 metros y así honrar a su nación adoptiva.

Farah, que acabó con el dominio de Kenenisa Bekele, el atleta etíope que hizo ese doblete en 2008, llegó con su familia a Inglaterra en 1993 con diez años como refugiado de la Guerra Civil de Somalia y, en 2007, regresó a su primera escuela británica para recordar su experiencia.

“Todo lo que viví regresó a mí. No hablaba una palabra de inglés, me portaba mal para que me prestaran atención. El primer día tuve una pelea, pero me defendí. Después no me porté mal", recordó el atleta de origen somalí.

Después Farah se “britanizó”, completamente, tanto en las costumbres como en la lengua.

“Volví a Somalia en 2003 y me di cuenta de que ya no podía vivir allí. Si me hubiera quedado no sería el corredor que soy”, explicó también en 2007.

Farah se convirtió en el primer atleta masculino británico en ganar en los 5.000 metros de un Mundial, el pasado año en Daegu, después de colgarse la plata en los 10.000 metros.

Su vida no ha sido sencilla. Llegó sin hablar apenas inglés, procedente de África, para unirse a los ocho años con su padre, nacido en Inglaterra, que trabajaba y vivía allí.

En la escuela ya comenzaron a ver que tenía condiciones para el atletismo y sus profesores empezaron a dirigirle hacia las pistas, aunque él tenía una tendencia más natural hacia el balón de fútbol, ya que soñaba con jugar en el Arsenal.

Las pruebas de fondo y resistencia fueron en las que demostró sus cualidades, en cross y en pista, protegido por sus entrenadores y ayudado por figuras nacionales como la maratonista Paula Radcliffe, a la que Mo Farah ya ha dicho que estará siempre agradecido.

“Soy una persona positiva, no negativa”, afirmó, sintiéndose muy británico, pero sin olvidar sus orígenes más humildes.

A través de su Fundación, su esposa Tania, que espera gemelos, y él lideran proyectos para llevar comida a 20.000 personas y facilitar la asistencia médica a otras 40.000 en los lugares más necesitados.

Mo dijo que quería ganar no sólo por los británicos, sino por los somalíes que puedan seguir su carrera y ser uno de ellos.