En el Mundial Infantil de Perú 2005, la FIFA experimentó con pelotas equipadas con un microprocesador capaz de determinar si el balón había traspasado la línea de gol mediante sensores insertados en los palos del arco.
Sin embargo, el sistema fracasó rotundamente y nunca más se aplicó en un torneo oficial.
“Nos ponían un reloj que estaba conectado de forma inalámbrica al balón, se suponía que cuando la pelota entraba al arco, el reloj vibraba, pero, resultó ser que cuando la bola entraba ni siquiera vibraba o lo hacía cuando la bola estaba lejos, hasta en la gradería”, recordó el costarricense Leonel Leal, quien participó de dicha Copa del Mundo hace siete años.
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