Vilanova, técnico del Barcelona, tras ganar en Lisboa

Lisboa/ AFP.- El Barcelona encarriló ayer su pase a los octavos de final de la Liga de Campeones al ganar 2 a 0 en el campo de su teórico máximo rival del grupo G, el Benfica portugués, pero Carles Puyol fue sustituido por una nueva lesión.

Ese nuevo contratiempo empañó lo que parecía una noche perfecta, con un triunfo importante, esta vez gracias a los goles del chileno Alexis Sánchez (minuto 6) y Cesc Fábregas (56), que logró su tercer gol en apenas tres días, tras su doblete del sábado en la victoria 3 A2 en Sevilla.

Puyol reaparecía tras superar su lesión de rodilla, pero a falta de un cuarto de hora para el final, en el remate de un saque de esquina, se dañó en el codo del brazo izquierdo. Con grandes gestos de dolor, fue sustituido por el camerunés Alex Song y el club explicó luego que sufría una luxación.

“La victoria nos ha salido cara (por la lesión de Puyol), pero estamos contentos por el resultado. En el pasado vinimos a Lisboa con grandes equipos y no habíamos podido ganar en este campo”, dijo el técnico Tito Vilanova.

Al otro lado, su colega Jorge Jesús, expresó: “jugamos contra el equipo que en mi opinión es el mejor del mundo, en cada partido tienen un 70 por ciento de posesión. Hicimos una primera parte excelente”.

El triunfo en el nuevo estadio da Luz, el primer del Barça allí en partido oficial, permite al equipo azulgrana liderar el grupo G con seis puntos de seis posibles, por delante de su rival en la tercera fecha, el Celtic escocés, que ganó 3-2 en Moscú al Spartak, y que suma cuatro.

El Benfica, con un punto, se queda en el tercer lugar. Los rusos son colistas, todavía sin puntuar.

El Barça, además, reforzó todavía más su confianza antes del Clásico del domingo ante el Real Madrid. La reaparición de Puyol parecía otra gran noticia, pero su lesión en el codo genera preocupación ante un posible daño serio en un partido donde el Barça finalizó con diez hombres, por la roja en el 88 a Sergio Busquets.