Oklahoma City/AP. - Antes de cada partido y de anunciar las alineaciones, se exhibe en la arena del Thunder de Oklahoma City un vídeo en el que aparecen los jugadores. El marcador electrónico muestra simultáneamente una frase: “resistencia, es lo que define a nuestro equipo”, dice.
Y la sentencia resultó verdadera particularmente en la remontada que emprendió el Thunder el miércoles por la noche, tras verse abajo por 18 puntos, para vencer a los Spurs de San Antonio y amarrar un boleto a la final de la NBA.
Pero ése ha sido sólo el último paso en una recuperación asombrosa.
Hace apenas tres temporadas, el nuevo equipo de Oklahoma City tenía una foja de 3-29 y simplemente aspiraba a no tener el peor récord en la historia de la NBA.
“Pueden ver esto como algo negativo, pero yo pienso en el grupo y en la organización. Hemos visto una luz y pensamos que algún día llegará nuestro momento y tendremos la oportunidad de ganar un campeonato”, dijo entonces Russell Westbrook, quizás quien mejor personifica la transformación, al evolucionar de un novato que perdía muchos balones a un jugador electo para el Juego de Estrellas.
Ahora los Thunder serán anfitriones del primer partido de la final, el martes o miércoles s por la noche, frente a Boston o Miami. Puede que una leyenda esté por comenzar.
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