Hace pocas semanas Alonso el “Mariachi” Solís anunció su retiro del fútbol profesional, y con él muchos saprissistas vieron partir la ilusión que representa un ídolo, un caudillo.
Con dos años complicados para los morados, en los que no han logrado un título, uno de los últimos jugadores que supo que fue ser campeón con la “S” analizó para Al Día lo que sucede con el recambio generacional que vive el Saprissa en la actualidad.
El “Mariachi” no se anduvo con rodeos y comentó que en los últimos cuatro torneos a los juveniles les faltó esa hambre de ganar y eso se vio reflejado en los resultados, aunque también es claro que los “tragos amargos” hicieron que los “carajillos” aprendieron y él nota la evolución.
“Faltó sentimiento, hay que decirlo honestamente, pero también siento que ya se dieron cuenta que se están jugando, y este año tienen que explotar sí o sí, ellos saben que les ha costado, tenemos tiempo que no ganamos nada, tienen que aparecer a la fuerza”, analizó el exjugador.
Alonso respaldó lo que había dicho otro símbolo saprissista (Wálter Centeno) en su momento, “si usted me pregunta si los jugadores de la Liga saben ganar yo le digo que sí, pero ahí es donde entra la ambición de los de Saprissa, quienes no han ganado y deben sentir esas ganas”, manifestó.
Para Solís los ídolos nacen con base en un elemento que no todas personas poseen. “Hay buenos jugadores, tienen que desarrollar carácter, tienen que decir aquí estoy yo”, declaró.
Solís recalcó que él en su momento era un líder tranquilo hacia el exterior, aunque internamente sabía desviar su enojo por una mala jugada o un mal juego hacia sus mayores habilidades.
“Retaba a los defensas, esa era mi manera de liberar mi carácter, mandaba un caño o algo así”.
Sobre como debería de ser la actitud de un equipo que marque diferencia, el exmediocampista reflejó su respuesta con una anécdota. “Cuando perdimos 2-0 contra Alajuela en 2008, le hablaba a mis compañeros y les decía hoy ganamos por las buenas, malas o peores, teníamos mucha revancha”, recordó.
El futbolista agregó que confía en el proceso que comanda Daniel Casas y le agrada la actitud que se le ve a los jóvenes ahora, por lo que augura un futuro positivo.
Amalia es la mujer más feliz
Con la nueva faceta de Alonso Solís, más como padre, con tiempo de sobra, los principales beneficiados son sus familiares, principalmente su esposa Amalia y sus hijas Michell y Tamara.
“Amalia es la más feliz, definitivamente no me pierdo tantas cosas como antes, por ejemplo, salía de vacaciones, pero me convocaban a la selección ya no se podía pasear ni nada, ahora hay más tiempo para la familia y eso es importante y hay que valorarlo”, contó el “Mariachi”.
Ahora Solís tiene más chance para dedicarle a sus pequeñas, a sus perros y a proyectos personales como su grupo Leyenda, el cual asegura nunca fue prioridad mientras jugó fútbol, ya que cuando hizo videos estaba lesionado.
