Londres / AP y EFE. - La estadounidense Serena Williams saldó en el All England Club la única cuenta pendiente de su poblado historial, al completar su aventura olímpica en lo alto del podio y con la medalla de oro en el cuello.
La tenista le propinó una soberana paliza 6-0 y 6-1 a la rusa María Sharapova. Tras el triunfo, la jugadora nacida en Michigan festejó saltando y bailando sobre el césped de Wimbledon.
La alegría tenía una justificación mayor: más allá del oro olímpico, Serena alcanzó el “Golden Slam”, que es la suma de los cuatro torneos grandes (Australia, Roland Garros, Wimbledon y US Open) más el oro olímpico en categoría individual.
La primera jugadora que completó el “Slam” dorado fue la alemana Steffi Graf, quien lo hizo en los Juegos Olímpicos de Seúl de 1988 y tras salir campeona en las cuatro grandes citas del tenis.
Cuando se le preguntó a la menor de las Williams lo que suponía para ella la gran hazaña dijo: “He ganado todo. Ahora puedo ir a Disney World”, indicó.
Serena reconoció que no pensaba “que estaría tan feliz, tan entusiasmada” y subrayó que a pesar de la contundente victoria frente a Sharapova, no se siente invencible. “No me siento nada invencible. No me siento nada. Me siento bien con mi juego y he practicado muy duro y ya era hora de este éxito”, señaló.
“No creo que fuera culpa de Sharapova. Yo jugué muy bien. Ella luchó muy duro. Me encanta eso de ella”, manifestó.
“Fue muy fuerte para mí”
Mientras tanto María Sharapova, reconoció que su adversaria había sido inabordable.
“Ha estado en un gran estado de forma. Ha sido demasiado fuerte para mí. Serena jugó un tenis increíble. Ha mantenido el gran nivel que demostró a partir de Wimbledon. Ha estado muy bien, ha mejorado y ha alcanzado el nivel de juego que aquí ha demostrado”, asumió la rusa.
“He disfrutado de todo. He estado en la Villa Olímpica antes del inicio de la competición y fue muy agradable ver a los diferentes atletas y ver como conviven. Ha sido maravilloso”, concluyó.