La Tricolor tuvo una mala noche pese a que venció 3-2 a Guatemala

Isaac Zúñiga Keith, redactor

isaac.zuniga@aldia.co.cr

A duras penas, sufriendo más de la cuenta, jugando mal pero sacando agallas y poniendo hormonas sobre la grama.

Así logró culminar anoche la Tricolor, el simulacro de juego de eliminatoria que tuvo ante la representación de Guatemala.

Y es que hay que ser sincero, gracias a Dios que el compromiso de anoche ante los chapines no era válido para el periplo mundialista rumbo a Brasil 2014, y no lo digo por el resultado porque se ganó 3-2, sino, por lo que nos regaló el combinado patrio.

La Nacional naufragó, fue excesivamente imprecisa y una limitada selección guatemalteca nos desnudó en defensa, en el medio campo deambulamos y en ataque si no es por el inspirado Joel Campbell, lo mejor de anoche sin duda por el partidazo que se jugó, las luces de alarma se habrían encendido por todo lo alto.

No dudo que la libreta del técnico Jorge Luis Pinto terminó repleta de apuntes, porque dentro de 13 días cuando llegue la hora de la verdad ante El Salvador, lo sucedido ayer no se puede repetir.

Quedó de lección que Michael Umaña no debe ser tan infantil y expulsarse como lo hizo anoche al filo del primer tiempo, menos junto a Porfirio López darle esa ventajas a alguien como Carlos el “Pescadito” Ruiz que fácil nos marcó un doblete, que los nuestros deberán meter pata, no arrugarse y acostumbrarse a los malos arbitrajes.

También hay que emular lo positivo de ayer, presionar al rival para hacerlo incurrir en errores como en el autogol, o sacar la chispa como en el golazo de Álvaro Sánchez y aprovechar las acciones en táctica como en el tanto de Giancarlo González