Apenas en la tercera fecha del torneo y cuando a Saprissa le restaban 19 jornadas por disputar, sin tomar en cuenta los dos juegos de la semifinal, se lo dije a Juan Carlos Rojas, presidente de Saprissa y a todos los morados: que la “S” no estaba para ser campeón. En esa ocasión, el cuadro tibaseño jugó de visita ante Santos y con dificultad venció 1 por 0 con gol de Douglas Sequeira. En mi crónica, publicada el 23 de enero titulé: Saprissa gana, pero no convence. Y agregué: con lo mostrado, el “Sapri” puede pelear por clasificar, pero no para ser campeón.
En la crónica resalté: Douglas abombó las redes y le dio vida a un equipo escaso de figuras, a un plantel que le hace falta gente con nombre y renombre, a un grupo sin peso en la ofensiva. Escuadra donde sus delanteros son presa fácil de los defensas.
Critiqué a varios de los jóvenes, muy ralitos, así como el rendimiento y mencioné: Saprissa está a años de distancia de aquellos equipos saprissistas que paseaban a los rivales en cualquier campo del país. Terminé el comentario así: Morados, no se engañen.
Eso provocó que me ganara la ira de algunos seguidores, el reproche de otros y la mala educación de varios.
Recibí muchos correos electrónicos, me dijeron de todo y hasta Juan Carlos Rojas me escribió y luego conversó conmigo, estaba totalmente en desacuerdo, se sintió ofendido, porque él estaba seguro de que junto al plantel, iba a levantar la copa de campeón.
Hoy, tres meses y veinte días después, le digo a Juan Carlos Rojas y a todos los saprissistas, para verdades el tiempo. Los resultados indican que no me equivoqué. Hasta aquel señor de apellido Grillo, quien me escribió muy molesto, seguro ya entendió. La “S” debe hacer un giro y formar un club de peso; caso contrario les digo: morados no se engañen.
