Ríen, lloran, sirven de aliento en la derrota, gritan como pocas en la victoria y sobre todo, viven la pasión del fútbol con un sabor especial.
Se trata de las esposas de los futbolistas heredianos y santistas que también se aprestan a disputar la final del torneo Verano.
Si fuera por ellas, se meterían a la cancha a patear el balón, mas, como no pueden hacerlo, sus palabras de apoyo significan el combustible moral para asistir a la batalla por el título.
Detrás de un hombre...
Hay una gran mujer...Al Día lo comprobó al hablar con seis damas que están palmo a palmo con los protagonistas del balón.
Aunque están en aceras distintas, la fidelidad las une. Cada una vela por su bando.
Además, pese a que no son habituales de las entrevistas, se desenvolvieron con una soltura que hasta los propios futbolistas desearían.
“Yo me concentro mucho en los partidos de él, estoy pendiente de cómo juega, además trato de apoyarlo dentro y fuera de la cancha”, explicó Daniella Retana, esposa del jugador guapileño Randall Porras.
Paola Páez, la cónyuge de José Carlos Cancela, no se guarda nada cuando llega al estadio.
“Me gusta sentir el calor de la gente y por eso me siento cerca de la afición para gritar”, contó.
Y al igual que su marido, suele ser la “capitán” de las esposas, aunque no aspira a ello.
“Quizá es por mi forma de ser pero yo no busco eso, sino ser una más del grupo”, añadió.
Elena Hidalgo, señora del defensor rojiamarillo, Pablo Salazar, está acostrumbrada a los altibajos del balompié.
“Sólo uno como familia sabe lo que ellos pasan, lo que sufren, no todo es color de rosa, pero hay que estar a su lado siempre y a cada momento”, confesó.
Mientras, la guapileña Jackeline Quirós, esposa del arquero Johnny Aguilar, disfruta el momento que vive su marido.
“Cuando Santos eliminó a Saprissa me quedé viendo hasta el final y noté cuando Johnny se arrodilló a la cancha a llorar. Su carrera ha estado marcada por mucho sube y baja, por eso, le digo que disfrute lo que vive, y aquí me tiene a mí, sin importar lo que ocurra”, indicó.
Ella se declaró una fanática del balompié, ya que contó que “ también juego bola como mi esposo”.
Solange Rodríguez, esposa del arquero florense, Daniel Cambronero, dijo que en la intimidad de su hogar hay un motivo adicional para soñar con el título.
“Este torneo es dedicado a Dennis Marshall, quien en vida era un gran amigo de Daniel. Él siempre quiso ver al Herediano campeón y por eso deseamos de corazón que este año se nos haga el campeonato, pues queremos dedicárselo a él”.
Jessica Flores, pareja del artillero Cristian Lagos, tiene la corazonada de que el cuadro caribeño dará la sorpresa.
“Yo le digo a mi esposo que sí serán campeones, Santos hará historia, tenemos un rival muy duro, Heredia es fuerte, pero le digo que tranquilo y que se entregue igual en la cancha, como siempre lo hace”.
Si ser futbolista tiene su grado de complejidad, ser la esposa de ellos aún más, empero, cuando salen al campo basta con mirar a la gradería y notar que tienen una afición que nunca les falla.
“No paro de rezar”
Solange Rodríguez
Esposa de: Daniel Cambronero - portero florense.
Hija: Iztel Rodríguez
Tiempo de casados: 2 años
Así lo vive: “Soy muy nerviosa, me da por rezar mucho en los partidos, siempre que voy al estadio me acompaña una imagen, sea de la Virgen o de Jesús, porque somos muy creyentes y todo lo ponemos en manos de Dios. Daniel es muy tranquilo, en casa, nuestra hija y yo estamos muy emocionadas esperando que este año sí se nos haga el campeonato. Como esposa de un futbolista siempre lo apoyo, porque sé que como figura pública está expuesto no sólo dentro sino fuera de la cancha. Antes del partido le cocinaré pollo o pasta”.
“Estoy muy nerviosa”
Jessica Flores
Esposa de: Cristian Lagos - delantero santista
Hijos: Hillary (8 años) y Hernie (2 años)
Tiempo de casados: 9 años
Así lo vive: “Estoy muy estresada, tensa, nerviosa pero confiando en que los muchachos del Santos saquen la tarea. Personalmente me entrego mucho a los partidos, a veces me pongo mal, hasta migraña me da y Cristian me regaña porque me dice que debo tener tranquilidad. Cuando le toca jugar su comida favorita es el spaguetti en salsa blanca, siempre procuro preparárselo antes de que se vaya al juego. Cuando pierde llega triste a la casa, se encierra en el cuarto media hora hasta que mis hijos y yo le damos ánimo y cambia”.
“Soy una aficionada más”
Paola Páez
Esposa de: José Carlos Cancela - capitán herediano-
Hijos: Bruno (8 años) y Megan ( 6 años)
Tiempo de casados: 9 años
Así lo vive “La final se vive con un poco más de nerviosismo, pero en general no deja de ser un partido más. Soy de gritar en la cancha, les grito a los que conozco y si de casualidad me ven, saben que es con buena fe, me siento en el calor de la gente y veo tranquila el partido. Y a mi esposo claro que le grito cuando hace algo bueno y cuando falla también”.
“Lo apoyo 100%”
Elena Hidalgo Amores
Esposa de: Pablo Salazar - defensa rojiamarillo
Hijas: María Paula 6 años y Valentina 2 años.
Tiempo de casados: 4 años
Así lo vive: “No me gusta mucho el fútbol pero no me queda más que apoyar a mi esposo 100%, cuando él no juega, deseo más bien que ponga fútbol para acostarme a dormir, pero cuando lo hace me entrego al máximo para apoyarlo. El día del juego le preparo almuerzo especial: pescado empanizado, papas asadas y ensalada”
“Hasta yo juego bola”
Jacqueline Quirós Sánchez
Esposa de: Johnny Aguilar - portero guapileño
Hijo: José David (2 años)
Tiempo de casados: dos años
Así lo vive: “En el Barrio San Juan de Cariari de donde es Johnny, su mamá preparará un arroz con pollo y carne asada para que veamos el partido. En el pueblo todos lo apoyan porque es muy humilde. En mi caso no puedo ir al estadio porque no tenemos carro y para el regreso ya no hay bus. Estaré pegada al televisor mandándole todas las buenas vibras”.
“En manos de Dios”
Daniella Retana Rosales
Esposa de: Randall Porras - defensa santista
Hijos: no tienen
Tiempo de casados: dos años
Así lo vive: “Soy muy aficionada, ando detrás de él en todos los equipos con los que ha jugado; además celebro en grande cuando ganan, ahora sigo al Santos. A Randall le gusta mucho la pasta y le funciona antes de los juegos, generalmente acudimos a ella en la comida. Seguro iré al estadio y si no lo veré en casa con mi familia”.