Han pasado ya 59 años desde que el neozelandés Edmund Hillary y el sherpa Tenzing Norgay alcanzaran la cumbre del Monte Everest por primera vez.
Han cambiado las rutas, los instrumentos para lograrlo y hasta la montaña misma y cada vez son más las empresas que se incorporan en este negocio.
Sin embargo, el espíritu de los escaladores que año a año lo logran o lo intentan es el mismo al de aquellos aventureros que lo coronaron el 29 de mayo de 1953.
“Así es George, hemos vencido a ese miserable”, comento Hillary a su compañero George Lowe, luego de descender del Everest, cima que otros habían intentado alcanzar en al menos 10 ocasiones.
Centenares de personas detrás
La expedición británica, dirigida por John Hunt, contó con más de 350 porteadores que transportaban provisiones, 12 escaladores y 40 guías sherpas.
Hunt seleccionó dos pares de alpinistas experimentados para el asalto a la cima. El primer equipo, Tom Bourdillon y Charles Evans llegaron a 100 metros de la cima el 26 de mayo y retornaron al campamento base.
Al día siguiente la expedición hizo su segundo y último intento con la segunda pareja de escaladores: Hillary y Norgay. El neozelandés fue el primero en poner un pie en la cima, a las 11:30 a.m.; atrás venía el natal del Himalaya, que un año antes había ascendido junto con un alpinista suizo a 8.598 metros de altura, récord hasta aquel momento.
Después de años de ayudar a la comunidad sherpa, un paro cardiaco le quitó la vida a Hillary a los 88 años, en el 2008. Tenzing murió en 1986, a la edad de 72 años, de un derrame cerebral.
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